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Bachillerato Xalostoc, Obra del Año 2017 en Equipamiento Urbano

GALERÍA. El diseño del Centro de Bachillerato Tecnológico Xalostoc, en el Estado de México, está basado en el respeto a la naturaleza existente en el terreno. La estrategia para su realización fue aprovechar los vacíos dejados por los árboles.
sáb 09 septiembre 2017 04:44 PM

Nota del editor: Esta nota se publicó originalmente en la  edición 537 de la revista Obras , 'Obra del Año 2017', correspondiente a septiembre de 2017.

(CIUDAD DE MÉXICO) – En 2015, la calle Gasoducto, donde está el Centro de Bachillerato Tecnológico de San Pedro Xalostoc (CBTX), era un camino sin pavimento ni servicios de drenaje o iluminación.

A partir de la construcción y apertura de esta escuela, en el segundo municipio más poblado de México —de acuerdo con el Inegi—, los vecinos del pueblo de Xalostoc tienen un lugar digno no solo para que los jóvenes estudien, sino como un centro de encuentro comunitario.

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El edificio que hoy se distingue como un hito en esta colonia del Estado de México, da fuerza a la transformación de la vida de los habitantes de la zona, lo que le valió ser reconocido como Obra del Año en la categoría de Equipamiento Urbano.

Los arquitectos de Origen 19°41’53”N, creadores de este proyecto, destacan la importancia de integrar a la comunidad con el edificio y no solo a los alumnos del plantel. Tanto la biblioteca como el auditorio tienen acceso directo desde el exterior del inmueble para propiciar que los vecinos usen las instalaciones.

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"Buscamos que fueran espacios abiertos a cualquier tipo de público y con eso generar una vinculación con su entorno inmediato", comenta Omar Martínez Ayala, uno de los arquitectos de Origen encargados del diseño y ejecución de la obra.

En su trazo, la característica más desafiante fue el respeto al entorno natural. "A pesar de ser un edificio de alta densidad respetamos la ubicación de los árboles y diseñamos en torno a ellos, dejamos vacíos para que el edificio respire", explica Martínez.

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El resultado es una obra sobresaliente en su entorno urbano, un diseño que contrasta con el resto de la calle y la colonia donde se encuentra por sus novedosas líneas y la irrupción de un volado en el que se ubica el taller de puericultura de la escuela.

Desafiar al entorno

"Cuando llegamos a los trabajos iniciales había un asentamiento irregular: la calle estaba tomada y [la gente] llevaba 20 años viviendo ahí. El edifi cio impactó de manera positiva en la zona: se pavimentaron las calles y se instalaron servicios de agua potable y drenaje", recuerda Martínez.

Con la construcción del Centro de Bachillerato Tecnológico de Xalostoc, el espacio educativo y el barrio de una zona marginal se disgnifican.

Luego de dos años de construcción, de 2014 a 2016, el edificio transformó la realidad de la calle Gasoducto, de sus vecinos y de 1,200 alumnos que asisten al plantel, que puede utilizarse también en un turno vespertino y multiplicar el beneficio actual.

En el acceso principal erigieron una lámpara que funciona como un faro y sirve de referencia para la escuela.

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"Estaba pensada como un hito urbano —mide 25 metros—, por lo menos para la zona es una referencia, una lámpara urbana que por la noche se mantiene como un eje visual importante de transformación de la comunidad", expresa Martínez.

Pruebas superadas

Uno de los retos fue conservar los árboles que ya existían en el terreno, pues el predio que ahora contiene al CBTX originalmente era una ranchería.

Primero se hizo un estudio arbóreo para ver las condiciones en que se hallaba cada individuo, explica Martínez Ayala, y agrega: "En este proyecto no se tuvo que quitar ningún árbol" que no estuviera enfermo.

TÓTEM URBANO. Una lámpara de 25 metros de altura es el sello distintivo del Colegio.

Los árboles funcionan además como una barrera que brinda privacidad en relación con los predios colindantes. Origen también dispuso de un sistema de captación de aguas pluviales en las azoteas del inmueble, que se conducen a una cisterna que está bajo la cimentación del auditorio. Esta agua se destina al riego de todas las áreas verdes.

En el tema de iluminación, hicieron énfasis en el ahorro de recursos con el uso de lámparas tipo led. Para cumplir con los tiempos de entrega y acelerar la construcción sin menguar su calidad, el equipo de Origen optó por una estructura metálica de cuatro plantas, que cumple con la capacidad y accesibilidad solicitada.

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"Generamos en la parte posterior del edificio un sistema de rampas con una pendiente de 6% que permite la accesibilidad absoluta para cualquier tipo de usuario", señala el arquitecto.

Como anticipación a los próximos usos estatales o federales de esta escuela, los arquitectos diseñaron el edificio con "instalaciones aparentes; es una decisión que va a implicar bajo mantenimiento", agrega Martínez.

LÚDICA. Las figuras geométricas irregulares le otorgan un sentido estético.

El despacho estima que el impacto en la transformación de las vidas al sentirse parte de la obra crecerá pronto. Apuestan por el uso del auditorio más allá de fines escolares. "La idea es que al rentarlo se genere un ingreso para el mantenimiento de la escuela".

Ese volumen también fue diseñado para albergar actividades locales, ya que incluso tiene accesos independientes. Con el diseño de este Bachilleres en una colonia popular, Origen atendió la demanda del cliente, cuidó un pulmón verde en una zona conurbada y brindó un edificio escolar a una comunidad sin menoscabo de su diseño, a pesar de su ubicación en una zona industrial como Xalostoc.

PREEXISTENCIAS. El diseño preservó los árboles del predio. FOTOS: Cortesía del despacho.

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Obras

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