Publicidad

Síguenos en nuestras redes sociales:

Publicidad

La clave del combate a la corrupción

OPINIÓN: En la corrupción derivada de la ignorancia se licitan o se encargan trabajos de obra sin especificar alcances, opina Bucio.
lun 07 enero 2013 12:47 PM
Columna Franco Bucio (NUEVO)
Columna Franco Bucio (NUEVO) - (Foto: Archivo Obras)

El reto de acabar con la corrupción en todos los niveles de gobierno, que pasa por las licitaciones públicas, el combate a la delincuencia, los permisos para construir, el manejo de los recursos hasta la atención en la ventanilla única y la ‘mordida’, es una de las banderas de las administraciones de gobierno que recientemente han tomado posesión.

Nos han comunicado fusiones y nuevas dependencias para hacerle frente y a los funcionarios responsables de las principales líneas de acción anticorrupción. Pero falta que nos informen los procedimientos escritos y la periodicidad de los reportes para que la sociedad compruebe la efectividad, de lo contrario no servirán de mucho, ya lo hemos visto con los ensayos fallidos para agilizar diversos trámites y los destinados a conocer la confiabilidad de algunos servidores públicos.

Pero existe otra corrupción, la derivada de la ignorancia, cuando, por ejemplo, se licitan o se encargan trabajos de obra pública sin especificar alcances, acabados y características con parámetros objetivos, ya sea a sabiendas o porque los licitadores son personas que carecen de conocimientos, experiencia y competencia para el cargo conferido. Así tenemos que una importante fuga de recursos se encuentra en la pequeña obra pública, esa que se destina a pavimentar, construir o reparar banquetas, cambiar o ampliar tuberías o a proporcionar mantenimiento al mobiliario y al equipamiento urbano.

En este tipo de obras, si bien se anuncia la cantidad, el volumen, la longitud o las ‘acciones’, nunca se desglosan las partidas y su costo y, menos aún, las normas y especificaciones de construcción para valorar la calidad objetiva de lo que se contrata.

En estas ocasiones, los encargados de la licitación, asignación, supervisión y recepción, tampoco se encuentran suficientemente calificados ni sujetos a estudios de confianza. El resultado de estas circunstancias son pavimentos, banquetas y guarniciones tercermundistas que ya traen incluidos baches, grietas, chipotes y que no sobrepasan la primera temporada de lluvias; luminarias que nadie sabe cuántas y en dónde fueron colocadas y mobiliario urbano deficiente y poco durable.

En la industria de la construcción, la corrupción se ha enquistado por varias generaciones y administraciones, desde otorgar contratos por precio y no por calidad, hasta condicionar la entrega de porcentajes por asignaciones de órdenes de trabajo.

Publicidad

Esto, sin olvidar que el constructor se ha convertido en el ‘probador’ de los materiales de construcción que compra, pagando fuertes sumas a laboratorios de pruebas para verificar que el proveedor entregue lo que debe, en lugar de exigirle a éste que cumpla con su responsabilidad de apegarse a los estándares correspondientes.

Insisto, es inaplazable que las personas que integrarán las nuevas administraciones de gobierno y que responderán por el manejo de nuestros  recursos demuestren solvencia moral y técnica.

*Arquitecto, Perito, DRO, Consultor en normas, regulaciones y capacitación para la construcción. Director de CORPICO.

Publicidad
Publicidad