El mega aeropuerto diseñado por Zaha Hadid para China finaliza su construcción
BEIJING, China. Las obras del mega aeropuerto de China, diseñado por Zaha Hadid Architects y que ha sido presentado como el más grande del mundo, concluyeron el domingo, aunque la terminal se inaguruará oficialmente el 30 de septiembre próximo para conmemorar el 70º aniversario del régimen comunista en ese país.
Los millones de pasajeros que aterricen cada año en el aeropuerto internacional de Pekín-Daxing podrán ver por la ventanilla una especie de estrella de mar sobredimensionada, con reflejos metálicos, que conforma la nueva terminal y sus cinco ramas, por las que se accede a los aviones desde un núcleo central.
Con una superficie de 700,000 m2, el nuevo edificio reivindica el título de mayor terminal aeroportuario del mundo. La nueva infraestructura, construida a 46 kilómetros al sur de la plaza de Tiananmen, descongestionará al actual aeropuerto internacional de Pekín-Capital, cuyas tres terminales están situadas al noreste de la metrópolis, de 21 millones de habitantes.
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Debería funcionar a pleno rendimiento en 2025, con cuatro pistas de aterrizaje y una capacidad de 72 millones de pasajeros anuales.
Para 2040, la infraestructura contará con ocho pistas, una de ellas para uso militar. De ese modo, podrá acoger a 100 millones de pasajeros, lo que la convertirá en la mayor terminal del mundo en términos de capacidad de viajeros, según sus creadores.
En la actualidad, el aeropuerto de Atlanta, en Estados Unidos, supera la cota de 100 millones de pasajeros, pero con dos terminales.
El actual aeropuerto de Pekín-Capital, segundo en la escala mundial, está a punto de verse saturado, con algo más de 100 millones de pasajeros anuales.
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Entre luz, curvas y arquitectura china
Por dentro, el edificio, diseñado por la arquitecta anglo-iraquí Zaha Hadid, fallecida en 2016, y la filial de ingeniería de Aeropuertos de París (ADP) -la cual elabora el plan maestro del Aeropuerto de Santa Lucía en México- deslumbra por su luminosidad y sus líneas curvas.
Está cubierto por un tejado de una sola agua que equivale a la superficie de 25 campos de futbol. Unas claraboyas en el techo iluminan, durante el día hasta los niveles más bajos de la estructura.
Al contrario que en las terminales clásicas, está diseñado en altura, con dos niveles para las salidas y otros dos para las llegadas. Bajo la terminal, se encuentra una estación de metro y tren de alta velocidad.
A través de una línea exprés, se podrá llegar al centro de la ciudad en unos 20 minutos, aunque la conexión con el actual aeropuerto, a 67 kilómetros de distancia, podría ser más complicada.
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El proyecto costó 120,000 millones de yuanes (17,500 millones de dólares), 400,000 si se cuentan los empalmes ferroviario y de carreteras.
El concurso internacional de diseño se realizó en 2011 y el objetivo de Zaha Hadid fue crear una terminal compacta que minimizará distancias entre el check-in y las puertas, y entre las puertas y el traslado de pasajeros, de acuerdo con el despacho británico.
Para ello, echó mano de la arquitectura tradicional china que organiza espacios interconectados alrededor de un patio central. De modo que el diseño guía a los pasajeros lo mismo al área de salidas, llegadas o transferencias a través del gran patio al centro.
China será en 2020 el mayor mercado aéreo del mundo
La inauguración de un nuevo aeropuerto futurista concuerda con la línea del "sueño chino" que el presidente Xi Jinping ofrece a sus compatriotas.
Con el aumento del nivel de vida y el gusto de los chinos por los viajes, el transporte aéreo está en pleno auge en el país asiático. Según la Asociación Internacional del Transporte Aéreo (IATA), a mediados de 2020, China superará a Estados Unidos y se convertirá en el primer mercado aéreo del mundo.
En 2037, el país registrará 1,600 millones de viajes en avión al año, es decir, 1,000 millones de pasajeros más que en 2017. En estas condiciones, la capital espera recibir a 170 millones de pasajeros en 2025, repartidos entre sus dos aeropuertos.
Con información de AFP
