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Nota del editor: Esta nota se publicó originalmente en la   edición 531 de la revista Obras , 10 Despachos + Disruptivos, correspondiente a marzo de 2017. 

La imagen del proyecto difícilmente puede provocar indiferencia: bajo un cielo oscuro y nubes que amenazan con tormenta se alza una serie de torres y espejos de agua.

Más allá de la escena impactante, el despacho PF.01/Estudio de arquitectura tenía claro el objetivo: "Todas las propuestas (que se presentan a concursos) tienen el sol y el arcoíris, pero parte de la vida también está en el caos, y es ahí donde realizamos nuestras propuestas", explica Gabriel Mendoza, director de la firma.

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En este caso, el municipio conurbado de Nezahualcóyotl, en el Estado de México, era el caos. Como muchos otros puntos de la Zona Metropolitana de la Ciudad de México, es una localidad con problemas derivados de la falta de agua, a pesar de que durante seis meses al año se registran fuertes lluvias que provocan inundaciones y hundimientos.

"Cuando vimos la toma aérea de Neza, nos dimos cuenta de la monotonía de esa retícula, en un paisaje casi en el caos, no solo social, también visualmente. Pero detectamos que había puntos que se podían catapultar como centros de barrio”, explica el arquitecto.

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El despacho se cuestionó sobre lo que sucede con el agua cuando llueve, dónde cae y qué ocurre con los mantos freáticos, además de qué problemas provoca la falta de agua en la población. Y en efecto, "en el problema estaba la solución, esa fue la propuesta", agrega Mendoza.

La altura de las torres, planteada de 200 metros, se incrementaría en función de las necesidades de captación de agua. FOTO: Cortesía PF.01

El resultado es el proyecto Neza York Towers, una serie de torres receptoras de lluvia que captan y reciclan el agua, que después es bombeada para su uso por parte de la comunidad.

Este proyecto lo convirtió en el séptimo lugar de los #10Despachos + disruptivos 2017 de Obras.

Para cambiar el paisaje urbano y generar un espacio público del que se apropiara la comunidad, cada torre se planea en el centro de un espejo de agua, una infraestructura pública que además revalorizaría las zonas aledañas.

"La secuencia sería una serie de torres que empezaran a cambiar el paisaje urbano. Con la reforestación de la zona y el agua, el clima del lugar comienza a cambiar y, obviamente, también disminuye la contaminación", sostiene el fundador del despacho. 

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La construcción de las torres está prevista en fases. Aunque en el proyecto están planteadas de 200 metros de altura (100 metros hacia arriba y otros 100 hacia abajo), la idea es que crezcan en construcción de forma orgánica, según las necesidades de captación del líquido.

Los espacios donde se ubicarían se encuentran actualmente desocupados, son lugares de equi pimiento urbano pero en condiciones de abandono, debido a problemas de inseguridad y falta de uso. La construcción, por lo tanto, no desplazaría a los vecinos que, al contrario, tendrían una nueva zona de ocio en el municipio. 

Neza York Towers aún no es realidad, aunque el despacho ha tenido acercamientos con el gobierno del Estado de México. Antes, PF.01 presentó el proyecto para el concurso de la revista estadounidense de arquitectura eVolo, donde recibió una mención honorífica.

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La repercusión internacional generó interés en el país y, a raíz de eso, la firma de arquitectura, creada hace seis años, decidió llevarlo ante las autoridades mexiquenses. Tras varios intentos, la administra- ción volteó a ver la propuesta cuando el despacho les envió el reconocimiento obtenido en Estados Unidos.

Así comenzaron las conversaciones, sin embargo, hasta ahora no hay nada definido para levantar el proyecto. Lo que sí arrancará es la reforestación de los perímetros, que generará un primer impacto, ya que estas áreas verdes comenzarán a mejorar el clima de la zona.

"Ya nos pidieron la asesoría de sustentabilidad. Y ya le vemos cara al proyecto", explica Mendoza. El plan es iniciar en 2018, y el arquitecto asegura que ya hay financiamiento para ello.

Para lo demás, falta la inversión y la iniciativa pública o privada. El estudio considera alternativas que den valor agregado al proyecto, como generar infraestructura —escuelas o panteones— bajo el espejo de agua.

El despacho ya ha conceptualizado este tipo de construcción en otro proyecto, una pirámide invertida subterránea en la zona de Teotihuacán. "Toda esta propues- ta es resultado de otros proyectos que nos han llevado hasta aquí. Sabemos que es viable. La arquitectura, primero, debe ser útil. Si no lo es, no pasa el primer filtro", sostiene Mendoza. 

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