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La firma de arquitectos que pinta paisajes urbanos que perduran

Durante cuatro décadas, GDU, primer lugar de #10Despachos, ha realizado obras que además de rehabilitar zonas en abandono se adaptan y evolucionan con el tiempo.
jue 05 mayo 2016 12:23 PM
GDU 02
GDU 02 - (Foto: Cortesía GDU)

Transformar el suelo contaminado de una exrefinería de Pemex en un parque con jardín botánico o una zona considerada de alta peligrosidad en Tampico en un renovado espacio público que comienza a restaurar el tejido social, son acciones que muestran una constante en el ejercicio arquitectónico de la oficina Grupo de Diseño Urbano (GDU), fundada y liderada por el arquitecto Mario Schjetnan.

El despacho, que en 2016 cumple 39 años de diseñar, proyectar, gestionar, promover y hacer realidad proyectos generadores de cambio, se ciñe bajo una filosofía: "Un proyecto de diseño urbano resiliente es el que permanece y se transforma con la sociedad y le es útil, además de que puede absorber los cambios de cualquier tipo, y adaptarse a su medioambiente para sostenerse a sí mismo de forma fácil e independiente", expresa su líder.

Para el fundador de GDU, que en 2015 fue reconocido como el mejor paisajista del mundo, al recibir el Sir Geoffrey Jellicoe Award, "como proyectistas y urbanistas tenemos que entender que nuestro trabajo a mediano plazo es acompañar el proyecto, evaluarlo y adaptarlo al paso del tiempo, y también acompañar a los distintos actores que pertenecen, dialogan y tienen que ver con éste".

La oficina encabezada por él es la ganadora del primer lugar del ránking Diez Despachos Generadores de Cambio  de Obras. 

El despacho ha desempeñado un trabajo conjunto con otros arquitectos, paisajistas, urbanistas y diseñadores, así como con ingenieros, ecólogos, biólogos, sociólogos, historiadores y artistas. Su visión interdisciplinaria le ha permitido plantear proyectos capaces de adaptarse a las circunstancias evolutivas, ya sean financieras, administrativas, de cambio en el uso del suelo o características nuevas que surjan de manera no prevista.

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El método de trabajo ha sido un reto en sí mismo; implica hacer entender a los clientes que los proyectos urbanos necesitan madurar y mostrarse en toda su magnitud con el paso de los años, y concientizarlos sobre el uso de vegetación compatible con la zona y el manejo del agua, a través de una cultura de tratamiento, reciclaje, absorción y captación.

"Son proyectos que se hacen en el tiempo: si en cinco años un proyecto es un fracaso, sabremos que no estuvo bien planeado desde el inicio". Como ejemplo, refiere el trabajo en el Bosque de Chapultepec, que lleva 12 años.

Para Schjetnan la gran ventaja del urbanismo resiliente no se traduce en su resistencia al paso del tiempo, sino en que mejora a través de éste, a diferencia del paisajismo consumista, que termina por desgastar el entorno en el que se encuentra.

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Otra de las prácticas promovidas por GDU es la formación de arquitectos bajo una ideología resiliente. Al menos 500 personas provenientes de 15 países han pasado por sus instalaciones y asistido a los recorridos periódicos de espacios arquitectónicos, en los que Mario Schjetnan revisan, estudian y escudriñan los aciertos y errores de las obras, atendiendo su proyección en el tiempo.

Así, la oficina que ahora tiene en sus manos el desarrollo de la segunda etapa del Canal de la Cortadura, en Tamaulipas, se convirtió en una promotora y capacitadora de talento, lo que le da sostenibilidad.

Un hecho más que respalda esa vocación es la donación a la UNAM de un catálogo vegetal de 500 plantas, que incluye su definición y la precisión de dónde encontrarlas y cómo usarlas.

Dos factores clave en los proyectos de Grupo de Diseño Urbano son el uso de plantas endémicas y el manejo eficiente de agua, lo que le permite dar la vuelta al gasto de recursos que implicaría mantener las obras.

Remediación para Tamaulipas

Un parque lineal de 1.5 km, recreativo y turístico, que comunica al Río Pánuco con la Laguna del Carpintero, a través de un sistema fluvial, fue la respuesta de Schjetnan ante el reto de reactivar la zona central de la ciudad de Tampico, Tamaulipas.

El líder de GDU cuenta que en los 10 años que ha durado el desarrollo del proyecto, previsto para concluir en 2016, éste se ha ido adecuando a la comunidad, de tal modo que algunos de los planteamientos originales ya no se llevaron a cabo. En cambio, "otros se sumaron al plan maestro y se ejecutaron".

Esta obra no es un hecho aislado, forma parte de un programa más amplio, que tiene como eje central el saneamiento de la laguna por medio de una planta de tratamiento de aguas residuales.

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El proyecto del Canal de la Cortadura es parte de un esfuerzo más amplio que incluye el saneamiento de la laguna a través de la construcción de una planta de tratamiento de aguas residuales. FOTO: Cortesía GDU

El objetivo es recuperar el espacio público para crear una vía fluvial navegable hacia el océano, que en su recorrido dibuja una zona segura con áreas verdes, espacios de uso residencial y comercial con plazas, jardines, senderos, juegos infantiles, zonas de estar, fuentes y una excelente iluminación nocturna, para lograr la rehabilitación ambiental, pero, sobre todo, que los ciudadanos vuelvan a apropiarse de zonas abandonadas y catalogadas como inseguras.

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Arquitectura

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