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Revitalización de la infraestructura en América Latina y el Caribe

OPINIÓN: En 2020, la 'experiencia del cliente' habrá desplazado al 'costo' y al 'producto', y será el nuevo diferenciador clave de una marca.
vie 27 julio 2018 12:04 PM
Opinión Norman
Opinión Norman - (Foto: Especial/Foto: iStock)

Nota del editor: Norman F. Anderson es presidente y CEO de CG/LA. Las opiniones en esta columna pertenecen exclusivamente al autor.

(OBRAS) – El informe 'Los 100 proyectos estratégicos' que publica de forma anual CG/LA Infraestructure está enfocado en proyectos de infraestructura que podrían ser desarrollados durante los siguientes tres a 12 meses. El objetivo del informe es identificar proyectos importantes que estén estructurados correctamente y que tengan el apoyo suficiente por parte de la población, los gobernantes y la comunidad empresarial para ser desarrollados.

Asimismo, consideramos que estos proyectos tendrán beneficios significativos para los usuarios de la ciudad, el país o la región donde se lleven a cabo. Este año, el valor total de los proyectos supera los 120,000 millones de dólares (mdd).

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Es evidente que la idea que tenemos sobre las decisiones que se toman en el sector de la infraestructura es errónea, limitada, y que incluso no distinguimos el objetivo. La infraestructura es un bien público, sin importar si es controlado por la inversión privada o no, y necesita ser reconocida por los beneficios que ofrece a sus usuarios. 

Esto sería posible si se involucra a la gente en 1) seleccionar y priorizar proyectos, 2) diseñar proyectos, en especial desde la perspectiva de los usuarios, 3) abogar por proyectos e, incluso, 4) financiar proyectos. Es necesario señalar que de todos los segmentos de negocio, la industria de la infraestructura es la que menos tiempo dedica en medir la experiencia del usuario -y la que más tiempo y dinero dedica en resarcir las consecuencias de no involucrar a la gente. Pero eso está por cambiar.

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Metodología

Durante 30 años CG/LA estuvo diseñando una metodología sistemática para identificar proyectos estratégicos y de alta prioridad, que fueran decisivos para el futuro de un país y que estuvieran listos para ser desarrollados. Generamos las listas de los 100 proyectos estratégicos tanto para el mercado global de la infraestructura como para Norteamérica y Latinoamérica, además de un listado de los 50 proyectos estratégicos para el mercado estadounidense, que se publica anualmente en el mes de abril.

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La metodología es sencilla. Primero contactamos a personas clave en los gobiernos y a los 60,000 ejecutivos en nuestra base de datos, para crear una lista inicial de proyectos prioritarios. Después generamos una lista de asesores comerciales en cada país en donde colaboramos, para aprovechar la solidez del sector empresarial e identificar los proyectos más razonables y que tienen oportunidad de negocio. Por último calificamos los proyectos con base en cinco criterios clave enfocados en el apoyo al proyecto, que van desde la economía general o la comunidad local, hasta el liderazgo político. 

El ranking de este año presenta una innovación significativa, motivada por las deficiencias del mercado y la llegada de nuevas tecnologías. Otorgamos una mayor ponderación al beneficio que ofrecen los proyectos, e intentamos identificar y clasificar aquellos proyectos que tienen oportunidad de desarrollo precisamente por el valor que generarán para sus usuarios en dos, 10 y 30 años.

1. Competitividad. El objetivo de CG/LA al evaluar la competitividad es determinar si creemos, junto a nuestros asesores, que el proyecto podría ser desarrollado en los próximos 3 a 12 meses; esto depende de  qué tanto se alinea un proyecto con la visión y las necesidades económicas de la región o el país anfitrión.

Asimismo, el listado de los 100 proyectos estratégicos se basa en distinguir los proyectos políticos de los estratégicos y asegurar que cada proyecto tenga el tipo de apoyo que necesita para ser exitoso. Otro factor significativo es el liderazgo del proyecto; los proyectos no pueden ser desarrollados y alcanzar sus objetivos sin un liderazgo de clase mundial, por ello, una de las primeras preguntas que hacemos es ¿quién lidera el proyecto? Estos proyectos harán la diferencia y lo más importante es que existe un acuerdo que señala que así será. Ponderación: 30%.

2. Oportunidad de negocio. Los proyectos con una evaluación más alta son los que crearán las condiciones para que las empresas locales inviertan, sobre todo las empresas en crecimiento, la nueva inversión privada, o bien los clústeres. Se trata de proyectos que deberían ser construidos y que son medibles en función de los valores que prometen crear en un futuro (y también frente a proyectos semejantes en otras regiones del país, o bien en otros países, con inversiones similares).

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Este tipo de proyectos también crea herramientas para que los desarrolladores generen nuevos negocios y las firmas de infraestructura desarrollen nuevos proyectos transformadores. Esto cobra cada vez más importancia y urgencia en nuestras firmas impulsadas por la era tecnológica y la experiencia del usuario.

Los proyectos de esta categoría podrían eliminar los cuellos de botella y la congestión vial y por ende reducir los tiempo de traslado de los trabajadores. Asimismo, un proyecto de generación eléctrica podría producir energía limpia y económica que atraiga nuevas empresas y les ofrezca una oportunidad de crecimiento.

La puntuación de cada proyecto dependerá de la capacidad de su líder de crear una visión clara sobre la prioridad de ese proyecto al demostrar cómo contribuirá a agilizar el desplazamiento de las personas, los bienes y la información.

Ponderación: 30%.

3. Creación y conservación de beneficios locales: Los beneficios a largo plazo son sumamente importantes, aunque casi nunca son medidos o apreciados adecuadamente. Representan un aspecto crucial de nuestro ranking (y de la priorización de proyectos de un país) por tres razones: La primera es que estos beneficios son clave para la forma en que el público observa los proyectos, por lo que es importante entender dichos beneficios.

La segunda es que, una vez que los beneficios son entendidos, entonces pueden ser optimizados y reportados periódicamente; esto es particularmente clave para las inversiones privadas. La tercera y quizá más controversial es que, entender claramente los beneficios -que incluso podrían reducirse a un solo índice, como la tasa interna de retorno (TIR) para los inversionistas- ofrece al sector público una oportunidad para justificar los recursos invertidos en el proyecto, así como para optimizar anualmente el rendimiento del proyecto.

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¿Cuáles son estos beneficios? Una encuesta realizada por IPSOS para CG/LA en agosto pasado, en la que participaron 1200 ciudadanos brasileños, sugiere que los beneficios suelen ser aquellas cosas que los usuarios obtienen en su vida diaria.

Ante la pregunta '¿qué representa para ti la inversión en infraestructura?', 37% de los encuestados citaron a la 'salud', 36% a la movilidad y 28% a la 'educación'. Solo 5% citó a las autopistas y 2% a las ferrovías, los puertos y los aeropuertos. Cabe señalar que los tipos de proyectos que tendrán mejor puntuación son aquellos que casi por definición carecen de la combinación entre el bajo riesgo y la alta TIR que el capital internacional busca.

Existen otros beneficios que deben ser considerados y medidos, como la creación de empleo a largo plazo, los incrementos en el valor de las propiedades locales, el incremento en la calidad de vida y el incremento en la recaudación de impuestos. Todas ellas sugieren una tarea mucho más intensa de involucrar a los ciudadanos en el diálogo y mantener una participación activa a través del ciclo de vida del proyecto.

Ponderación: 20%+.

4. Sustentabilidad: El 'Top 100 de proyectos estratégicos' reconoce proyectos eficientes, y que por ende son más limpios y permiten a las  ciudades, regiones o países, operar con mayor eficacia y sustentabilidad. Los proyectos reciben puntuaciones altas cuando sus líderes intervienen para optimizar la asignación de recursos, y por ende incrementan la eficiencia del proyecto y limitan la emisión de gases de efecto invernadero.

Proyectos viales, proyectos de generación renovable, un puente que reduce la congestión y los recorridos largos, e instalaciones para el tratamiento de aguas residuales son ejemplos de proyectos que recibieron puntuaciones altas en esta categoría. El proyecto #1 del listado de este año es el SeaOne. Está enfocado en importar gas natural y líquidos del gas hacia Centroamérica y las islas del Caribe. Yucatán y las costas de Sudamérica también recibieron puntuaciones altas pues  abordan, entre otras cosas, el aspecto de sustentabilidad al prometer reducir dramáticamente las emisiones en el Caribe.

Ponderación: 20%.

5. Creación de empleos: Los proyectos son evaluados con base en su impacto en la creación de empleos inmediatos, directos e indirectos, en la economía local. Se trata de empleos a corto plazo, que duran todo el periodo de construcción del proyecto. Si bien no son empleos a largo plazo y tampoco generan un gran impacto, sí son particularmente útiles en un futuro cercano.

Las puntuaciones responden tanto a la escala como al sector de un proyecto, pero también se toma en cuenta la información disponible sobre la generación de empleos de sectores específicos.

Cabe señalar que las operaciones y el mantenimiento a largo plazo de un proyecto tienden a representar siete veces sus costos de inversión, por lo tanto, también valuamos la capacidad del proyecto de administrar su presupuesto a largo plazo, así como la capacidad del país anfitrión de hacer las aportaciones durante ese plazo.

Ponderación: 10%

Los 100 proyectos estratégicos - Resultados de 2018

Los proyectos comprenden todo el ciclo de vida, desde la planeación y la factibilidad de los estudios, hasta el diseño, las adquisiciones, la construcción, la operación y el mantenimiento, haciendo énfasis en aquellos proyectos que se acercan a la transición de la planeación conceptual hacia las adquisiciones y la construcción. En el listado de los '100 proyectos estratégicos' para 2018 son representados 12 sectores a través de 22 países.

 

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